miércoles, 8 de junio de 2011

Valor y Precio en Real Estate (La Defensa San Telmo)

Siendo el Real Estate un negocio de margen sobre la tierra, con incidencias en ascenso de gran impacto como las actuales, y cuando la evolución vertiginosa de los costos de construcción a lo largo del desarrollo es incierta, el secreto para sostener el negocio es generar valor sobre ubicaciones marginales, creando productos con personalidad, categoría e identidad que se diferencien de la competencia y generen aptitud de pricing ascendente y diferencial.
Es el caso de los proyectos que estamos produciendo con GO Real Estate en Montserrat y San Telmo como La Defensa Lofty Suites, en el casco histórico de la ciudad, hoy a la venta en u$3000 por m2 cuando el promedio no supera los u$2000.
Hoy el diseño, es driver de la decisión de compra y plataforma de soporte de precios diferenciales.  El cliente valora ese aspecto que hace que el producto sea único e irreproducible.
El diseño enlaza lo estético, lo comercial y lo utilitario. Invade el Real Estate sosteniendo la individualidad para generar el objeto único y diferente frente a lo masivo conocido.  Eso genera valor y el valor se traduce en precio.
El desafío para el desarrollador es generar producto que sea segmentado por identidad y no por precio.  Lo que hace que el producto inmobiliario no sea un comoditie sino sinónimo de experiencia de vida con valor adicional.
El negocio convencional de la zona de San Telmo y Monserrat refleja incidencias promedio para la tierra de u$410 por m2 construible y valores de venta por m2 desde u$1500 a u$2100.
Tomando estos parámetros y sabiendo que el costo de construcción del m2 vendible de un producto para la zona nos es inferior a los u$1100, observamos que el negocio inmobiliario, para mantener su atractivo, debe incluir una nueva componente de aspecto intangible: lo aspiracional, el concepto, la identidad. 
San Telmo y Montserrat conservan lo más tradicional de nuestra ciudad y en ese marco es posible generar ese plus vital para la rentabilidad de nuestra industria.  En esos barrios los amenities principales son el patrimonio arquitectónico existente.  Desde las terraza de La Defensa, por ejemplo, se observa una postal única de nuestra ciudad: la cúpula de la Iglesia de San francisco –una de las más antiguas de la ciudad- desde una perspectiva única y desconocida, generando una experiencia similar a la que uno puede vivir en ciudades como Florencia o Roma.
Desde este enfoque, incidencias y costos pasan a segundo plano y el negocio inmobiliario se reinventa.  El desafío es identificar estos lugares siendo innovadores y pioneros en el desarrollo de productos con identidad y valor.