EL
REAL ESTATE ARGENTINO EN TIEMPOS DE ELECCIONES
Aun en plena campaña electoral,
durante estos últimos meses se ha registrado un mayor nivel de actividad que
los mismos comparables de los dos años anteriores. Todo basado en la
demanda estructrural y en la demanda atrasada. La suba de la cotizacion del dólar paralelo ha
generado una mejora en el margen de producción de nuevos metros cuadrados por
lo que se espera se consolide la tendencia.
La prolongación de la quietud post
cepo o la consolidación definitiva de la mejora se definirá luego de la primera
vuelta de elecciones presidenciales. De
todas formas, el cambio de rumbo en el estilo político que se vislumbra en
cualquiera de los candidatos en competencia podría asegurar que el real estate
argentino ha superado lo peor de la tormenta.
Durante este ultimo tramo de la
historia de nuestra industria, a partir de la ausencia de crédito que motorice
el negocio mas la falta de estabilidad económica, los desarrolladores han
generado acciones y propuestas disruptivas que han sostenido la actividad. Y si bien la innovación es un eslabón perdido
en la cadena de valor del desarrollo inmobiliario, se pueden destacar por
ejemplo iniciativas de financiamiento alternativo que han generado muy buenas
oportunidades. Es el caso de los
fideicomisos al costo o el de la financiación modular a la cordobesa.
Así, los protagonistas de la demanda
actual: los INVERSUMIDORES -compradores que adquieren para uso propio o de
terceros cercanos pagando a plazo con excedentes mensuales- han podido acceder
al producto inmobiliario y están participando en proyectos que se venden con financiación a
largo plazo, principalmente en Córdoba, Rosario y ahora en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
Los inversores tradicionales que
durante la década pasada encontraban en los inmuebles refugios de márgenes
apetecibles que produjeron la “invasión monoambiente” –el fenómeno cancha de paddle del real estate
local- hoy no tienen lugar para el revoleo de rentabilidad corta y asegurada,
entonces se transforman en estos días en los INVERTEBRADORES, los que se integran un paso anterior en la
cadena de producción y vertebran aportando a la inversión original como socios
originantes partes del negocio. Un paso antes, ya no compran preventa, son
parte del negocio desde la génesis.
Los INVERTEBRADORES que continúan
creyendo en el sector, los INVERSUMIDORES y la demanda estructural de las
familias argentinas motorizan la actividad impidiendo el estancamiento.
Los precios en general y en casi todo
el país dejaron de caer. Ya superaron los valores mínimos y si bien el
crecimiento es muy lento y paulatino, poco a poco comienzan a crecer.
El mercado del desarrollo
inmobiliario se ajusta y adapta, se concentró el desarrollo en operadores de
gran escala donde se destacan y sobresalen emprendimientos novedosos que
implican muchos miles de metros, amplio rango de productos por metrajes y
precios. Por otro lado, desaparecieron los improvisados o no especialistas.
A partir de todo esto entonces, las
elecciones son el paso inicia de un proceso general de cambios que en el
mercado del desarrollo de viviendas implicarán un repunte leve a mediano plazo;
una pequeña variación positiva si se sostiene la línea actual de conducción o
una mejora más notoria si cambia el modelo a corto plazo. Pero para mejorar realmente la situación
actual, todas las propuestas, de continuidad o de cambio deberán plantear la
baja de la inflación.
En estos momentos de importancia trascendente
para el país son vitales los espacios profesionales de pensamiento como los que
propone la Asociacion de Empresarios de la Vivienda (AEV) para pensar y
repensar la situación actual, proponer ideas y acciones para enfrentar los nuevos escenarios sin importar el signo de quien nos gobernará a
partir de diciembre.